martes, 22 de mayo de 2007

sábado, 19 de mayo de 2007

viernes, 18 de mayo de 2007

Wait a minute Mr. Postman...

La internet ha cambiado el mundo, no hay mucho más que discutir en esto y todos saben que es verdad. Una de las cosas que más ha cambiado en mi vida, claro, es la forma de comunicarse. Hasta con mi madre, que casi no sabe encender el ordenador, hablo por correo electrónico y skype.

Me acuerdo con mucho cariño de mi adolescencia, los tiempos en que mandaba cartas a mis amigos de otras ciudades. ¡Era emocionante! Yo misma hacia los papeles de carta (reciclados, con colajes, dibujos, figuras adhesivas), cortaba y montaba mis propios sobres de colores, pasaba horas en los correos a elegir las estampillas más bonitas. Y después de mandar una carta, todos los días esperaba el cartero para saber si tenía respuesta.

Hoy no lo hacemos más. No tenemos en casa una cajita guardada con todo cuidado con las cartas que recibimos. Tampoco escondemos debajo de la almohada las cartas de amor. No nos damos el trabajo de entrenar la caligrafía para que las cartas sean más bonitas. Ya casi no escribimos nada a mano. Hay móviles, hay e-mails, hay blogs, hay messengers...

¿Para qué escribir a mano? ¡Si podemos mandar un correo electrónico a cualquiera y recibir su respuesta en cinco minutos sin salir de la silla, para después dejarlo allí sin leerlo más y después borrarlo!

Yo lo echo de menos. Echo de menos todo el trabajo que tenia, echo de menos la emoción de recibir una carta, echo de menos mi cajita de cartas con mis borradores, mis modelos de sobres y papeles, las cartas que recibía de amigos muy queridos y que se olvidaron de mí cuando crearon un correo electrónico.

Rick Schrager, en el Sur de California, lo echa de menos también. Y ha creado un proyecto muy interesante y sencillo. ¿Quieres tu esperar por el cartero? ¿Estás cansado de recibir apenas facturas y publicidad en el buzón? Pídelo una carta. El te la manda y con mucha alegría... Puedes especificar lo que quieres en su carta o dejarle que cree una con lo que le dé la gana: una receta, parte de un libro, un texto cualquier escrito a mano único y especial para ti. Y claro, si quieres puedes contestar a sus cartas.

¿Quieres intentar? Pase por su web The Letter Project.